Aspiramos a reconstruir ese proyecto de país de amplias clases medias, que progresen en un marco de orden y desarrollo sustentable.
La herramienta de transformaciòn más poderosa es la organización federal,
bajo el principio de subsidieriedad, pues es la que ha demostrado que puede garantizar
a cada argentino, no importa en qué lugar viva de nuestro extenso territorio, ser un protagonista activo de su vida, su progreso y su libertad.
La herramienta de transformaciòn más poderosa es la organización federal,
bajo el principio de subsidieriedad, pues es la que ha demostrado que puede garantizar
a cada argentino, no importa en qué lugar viva de nuestro extenso territorio, ser un protagonista activo de su vida, su progreso y su libertad.
Este principio clave se complementa con 8 pilares de nuestro Plan Nacional de Gobierno.
1.- La solidaridad como principio estable:
1.- La solidaridad como principio estable:
Ha llegado el momento de consolidar esquemas de desarrollo social que superen, definitivamente el clientelismo y la mera asistencia y avanzen hacia la inserción de sus beneficiarios en el mercado y la cultura del trabajo.
2.- La educación como centro de la transformación productiva con equidad social:
Queremos construir una educación vinculada a la transformación productiva y en el marco de una visión de Argentina definitivamente integrada al mundo, para crear puestos de trabajo de mayor calidad y mejor remunerados, como factor clave para reducir la pobreza. Las oportunidades están, pero necesitamos que nuestros niños y jóvenes salgan preparados para aprovecharlas. Esta transformación educativa debe ir de la mano de un sólido desarrollo del sistema científico-tecnológico, regionalizado.
3.- Establecer un orden monetario, fiscal, cambiario e inflacionario:
Que fije las bases de las reglas de juego de largo plazo, para una política de ingresos efectiva que aumente el salario real y sirva como soporte de una genunia y sustentable redistribución de los ingresos.
4.- La integración económica latinoamericana:
Por vía del MERCOSUR, MERCOSUR-Chile y MERCOSUR-Comunidad Andina de Naciones, ya poseemos la base para establecer una dinámica de transformación productiva en bloque, para acceder al mundo interdependiente en forma competitiva, llevando el grado de utilización de los recursos humanos y materiales de Argentina a cada vez a horizontes más productivos.
5.- El federalismo económico como clave de las autonomías provinciales y la regionalización:
La dinámica económica pasa por las provincias del Interior y por los corredores bioceánicos, que tienen como base a Brasil y a los mercados del Pacífico. Ambos se constituirán, como ya lo vienen haciendo, en las áreas más dinámicas de la economía mundial del futuro.
Necesitamos garantizar un nuevo federalismo, basado en una ley de coparticipación justa que contemple las funciones provinciales propias de esta nueva dinámica de integración a la región y al mundo.
6.- Infraestructura física para el desarrollo que consolide las economías provinciales, centro de la inserción mundial.
Caminos, puentes, áreas aduaneras primarias, energía, corredores comerciales, aduanas regionales, parques industriales, aeropuertos múltiples, acceso amplio satelital a las comunicaciones, etc. que sirvan de base a la logística integral de carga desde el Interior en el comercio puerta a puerta que rige en la economía y el comercio mundiales.
7.- Política promocional que promueva el acceso amplio:
De personas, sectores, familias, empresas, etc a las oportunidades que crea la economía interdependiente y regionalizada, sobre todo de transformación productiva y competitividad.
8.- Transformación estructural del sistema financiero:
Debe encararse una rápida inserción al sistema de la globalización financiera mundial para acceder a los flujos que faciliten el desarrollo en el marco de una política de largo plazo que sostenga un riesgo país bajo y una estabilidad financiera de largo plazo.
La intermediación financiera debe analizarse como un capítulo clave junto a las finanzas nacionales, provinciales y municipales. El desarrollo de largo plazo debe llevar a un aumento del ahorro y la inversión nacionales en un marco de confianza y garantía de los ahorros y de la iniciativa productiva.
De màs está decir que no dejamos de lado otros desafíos del bueno gobierno como son la seguridad, la justicia, y la salud. Pero en esta primera presentación hemos querido hacer foco en la perspectiva económica e institucional, alternativa e incluso distinta, a la que hoy se está llevando adelante desde el Gobierno Nacional.
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