Por Luis María Caballero
Miembro de Esperanza Federal
Miembro de Esperanza Federal
Artículo publicado en La Voz del Interior:
http://www.lavoz.com.ar/opinion/generar-confianza-mundo-globalizado
Para lograr mutar nuestro crecimiento en verdadero
desarrollo se torna imprescindible un marco de reglas claras que genere
confianza hacia dentro y hacia fuera de nuestro país.
En el
mundo actual, el cuestionarse si hay que estar “a favor” o “en contra” de la
globalización se ha convertido en un verdadero despropósito. La globalización
es un hecho irreversible, y lo que tenemos que plantearnos es cómo enfrentar
los desafíos que esta realidad presenta, y de qué manera nuestro país puede
aprovechar sus ventajas.
Nunca
antes ha habido tanta gente en el mundo, con tanto interés en comprar a excelentes
precios los productos, bienes y servicios que nuestro país puede producir de
manera competitiva. Eso es, sin dudas, un gran desafío y una tremenda
oportunidad que no podemos dejar pasar.
Si bien para algunos alcanza con el aumento del PBI
que parece haber tenido nuestro país en los últimos años, es claro que para que
un ciclo de crecimiento económico se convierta en desarrollo, hace falta más
que voluntarismo estatal y rapidez de reflejos. Para lograrlo resulta clave la
Confianza. La sustentabilidad de un proyecto requiere insuflarla en los actores
sociales e inspirarla en los actores globales.
Las experiencias internacionales exitosas
(soslayando la crisis europea actual) indican que no es posible lograr el
desarrollo a fuerza de controles, sin articular funcionalmente al Estado con la
Sociedad Civil.
La Argentina
tiene el potencial de producir alimentos para más de 400 millones de personas y
con un poco de esfuerzo es posible comenzar a exportar alimentos elaborados en
lugar de limitarnos a exportar grano y carne.
Con una
buena e inteligente inversión en infraestructura, por otra parte, la Argentina
puede convertirse rápidamente en uno de los principales destinos turísticos a
nivel global, gracias a la diversidad de sus paisajes, a la benignidad de su
clima y a la belleza de muchos de sus centros urbanos.
Nuestros
profesionales en ciencia y tecnología (y no sólo en esos rubros) han demostrado
un gigantesco talento, y para obtener resultados en esas áreas sólo necesitan
apoyo y oportunidades para no tener que buscar nuevos horizontes.
Son
muchísimas las ventajas comparativas que tiene nuestro país, y para poder
aprovecharlas, atrayendo inversiones de empresarios argentinos y del exterior
sólo hace falta generar Confianza. La única manera de hacerlo es a través de
reglas claras y estables y de instituciones fuertes e independientes.
Hace
mucho que no logramos que eso suceda en nuestro país, y por eso hemos oscilado entre breves bonanzas y grandes
depresiones. Muchísimos observadores, inversores, y economistas señalan que la falta de una política de largo
plazo nos dificulta salir adelante, y mencionan como ejemplos a Chile, Brasil y
Uruguay, que mantienen en los últimos decenios un mismo proyecto. Nadie niega
que en los tres países sufren aún gravísimos problemas, pero mirando la
película, no sólo la imagen estática, los tres parecieran estar haciendo su
trabajo mejor que nosotros.
Para tener un proyecto de nación se necesita
gobernar con estrategias y no con reacciones.
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